CONTAMINACIÓN PETROLERA COBRA OTRA VIDA INDÍGENA
Comunidades indígenas acusan abandono estatal
Monitor Indígena Saulo Cachay fue parte del equipo de monitoreo ambiental comunitario de la federación FEDIQUEP que hizo el registro y dio alerta sobre el derrame de mayo de 2018 en el Ramal Norte del Oleoducto Norperuano (en el río Pastaza), ocasionado por la irresponsabilidad de la empresa Petroperú.
Saulo, de 26 años de edad fue morador de la comunidad nativa Nuevo Porvenir y deja una hija de dos años. Él, así como muchas personas defensoras y guardianas del ambiente, ejercía una labor voluntaria de vigilancia frente a las amenazas de la contaminación petrolera.
Lamentablemente, la falta de recursos y posibilidades para una atención adecuada en salud hizo que el mal que lo afectaba (mal hasta hoy desconocido), cobrara su vida.
Su muerte, así como la del monitor urarina Christian Javá, da cuenta del grado de abandono en que el Estado Peruano deja a las vidas de los pueblos indígenas amazónicos, cuyos territorios otorga a las industrias extractivas con ánimos de lucro, a pesar de ser estas noscivas para la humanidad.
Nos indignamos ante estas muertes que pudieron ser evitadas; nos comprometemos a seguir haciendo frente a las injusticias y las desigualdades abrumadoras entre ciudadanos y ciudadanas peruanas que no nos permiten respetar las vidas de todos y todas por igual; y a organizar nuestra rabia y nuestro dolor para seguir luchando y garantizar que el futuro de las generaciones indígenas venideras sea digno y justo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario